domingo, 5 de septiembre de 2021

 EL PROBLEMA ECONÓMICO

El Problema Económico

ECONOMÍA, Enfoque América Latina, Clement y Pool, cap. 3

Existen muchas definiciones de economía. Pero prácticamente todas se centran en las nociones de escasez y eficiencia. En el presente capítulo, se analizarán primero esos conceptos con cierta profundidad y luego diversas formas de organizar las sociedades humanas a fin de estudiar el problema económico. Después se describirán algunas de las opciones con que cuentan las sociedades cuando tratan de confrontar este problema. Por último, se examinan algunas dimensiones del problema económico dentro del contexto del concepto de la frontera de posibilidades de producción y se comentan muchas de sus implicaciones.
El objetivo principal de este capítulo es dar una definición clara de la dimensión económica de las sociedades humanas y ofrecer algunos principios básicos de la economía que todas ellas han de tener en cuenta. También sirve de introducción a la "economía de mercado", la cual con el tiempo ha sido modificada por las políticas del gobierno y ha llegado a ser conocida como "economía mixta" o, simplemente, "capitalismo moderno". DEFINICIÓN DEL PROBLEMA ECONÓMICO En un sentido fundamental, el eterno "problema económico" es el de la sobrevivencia. Si bien la cuestión de la mera sobrevivencia y escasez es más aguda en algunas regiones (por ejemplo, en las de temperaturas extremas como los desiertos y las regiones árticas), el hecho es que los recursos que el hombre puede utilizar de modo eficiente son, en cierta medida, relativamente escasos en todas las comunidades humanas: escasos en relación con las necesidades y deseos del ser humano. El término "economía" designaba originalmente la administración del hogar. Es decir, el manejo de los pocos recursos de que disponía la familia para garantizar la sobrevivencia y reproducción y, quizá, para lograr un mejor nivel de vida con el tiempo. En las sociedades rurales tradicionales, los limitados recursos de la familia provenían principalmente de la tierra y sus capacidades productivas, de los animales salvajes y domésticos, del trabajo de la familia, sus herramientas e ingenio. Si los hombres conseguían aprovecharlos al máximo y había un clima propicio, sobrevivían, la población crecía y prosperaban a la postre. En caso contrario, perecían o bien los sostenían otros miembros de su clan o tribu. En la actualidad, la gente vive por lo general en sociedades urbanas industriales que son mucho más complejas. Y debido principalmente a la innovación moderna de la publicidad, es obvio que las necesidades y deseos son considerablemente más diversos (numerosos) que las de nuestros antepasados. En efecto, hemos llegado a pensar que los deseos no tienen límite. Pero los recursos disponibles son limitados y, por lo mismo, el problema económico sigue afectando a los individuos, a las familias, a los países y a todo el mundo. 38 Parte 1: Introducción a la economía La disciplina (o ciencia) de la economía es el estudio -de cómo afronta el hombre el "problema económico". U na definición funcional de la economía sería la siguiente: el estudio de cómo los individuos o sociedades deciden emplear sus recursos escasos y limitados para satisfacer lo mejor posible (con la máxima eficiencia) sus deseos ilimitados.---- Antes de dar por concluido el tema de las necesidades y deseos, conviene ofrecer una breve explicación de esos términos. Recuérdese que, al hablar del problema económico en las sociedades rurales tradicionales nos concentramos en la sobrevivencia y reproducción, o sea en la satisfacción de las necesidades básicas. Pero cuando nos referimos a las comunidades industriales modernas, el interés se centra en no defraudar los deseos ilimitados de la población. Ello no significa que los economistas, o por lo menos algunos de ellos, no se preocupen por las necesidades primarias. No obstante, en los últimos cien años el nivel de vida ha mejorado de manera impresionante en algunos países y ha favorecido a un pequeño grupo de privilegiados de todas las naciones del mundo. En consecuencia, ya no se concede tanta importancia a la mera sobrevivencia, esto es, a las necesidades básicas. Más aún, durante el siglo XIX, a medida que la economía maduraba y adquiría un carácter más cuantitativo y teórico, los economistas afrontaron el dilema de definir las "necesidades" en contraste con los "deseos". Ante la imposibilidad de definir bien esos vocablos en forma cuantitativa y comprobable mediante métodos científicos, casi todos los economistas ortodoxos abandonaron el uso del término "necesidades" y ahora tienden a servirse de la palabra "deseos" para designar cualquier cosa que el hombre necesita o quiere poseer. Así pues, cuando los economistas se refieren al proceso de cómo la gente satisface sus "deseos ilimitados" con los pocos recursos de que disponen, incluyen en el vocablo "deseos" ambas cosas. La suposición implícita es que la generalidad de las personas, cualquiera que sea su nivel de vida, tratan de cubrir primero sus necesidades básicas (alimento, ropa y vivienda) y luego atienden a sus deseos secundarios, por lo menos así los perciben. Pero no debe olvidarse que las necesidades y deseos son cosas distintas. Las primeras admiten una definición física; en cambio, los deseos tienen una definición social, con relación al nivel del desarrollo económico. Dentro de este contexto cabe señalar que hoy cerca de 20% de la población mundial de más de 5000 millones de personas que sufran hambre, en tanto que otro 60% apenas si alcanza un nivel de subsistencia. A todas ellas les gustaría satisfacer sus necesidades en una forme regular. Para esas personas el concepto de "desarrollo" se ha vuelto una pesadilla de hambre, pobreza y barrios miserables que en nada se parecen a los sueños y aspiraciones estimulados por los modelos de los economistas y las promesas de los políticos. Así pues, como veremos más adelante (en la parte VI!), los economistas contemporáneos, partidarios del desarrollo, están intentando una vez más concentrarse en las necesidades primarias de los que viven en países o regiones de muy bajos ingresos. CLASIFICACIÓN DE LOS RECURSOS PRODUCTIVOS: INSUMO S Si se supone que el problema económico global consiste en satisfacer los deseos ilimitados mediante recursos limitados, la pregunta que uno se plantea es la siguiente: ¿cómo van a utilizarse dichos recuro sos? Tradicionalmente los economistas han considerado los recursos productivos disponibles como " Insumes, o factores de producción, que sirven para generar productos (los bienes y servicios finales que adquiere el consumidor) y los han clasificado en tres categorías generales: mano de obra, tierray capital. 'DeSde la perspectiva humana el recurso (o insumo) más importante es la mano de obra. La mano ~~~~~ suele definirse como aquellas pl:l..rsonas q~e trabajan o procuran trabajar fuera del hogar y foro man parte de la fuerzalaboral. Pero, en un sentido más amplio, "trabajadores" son todos aquellos cuyos esfuerzos contribuyen a satisfacer nuestros deseos ilimitados, quedando comprendidos en esta categoría los niños, mujeres y ancianos que trabajan sobre todo en casa. El segundo recurso es la ~te!:"~~ que comprende todos los recursos naturales, tanto los que están arribll,~~Lsuelo co.mo debajoda él. Por consiguiente, el aire es un recurso, como lo son el agua y el suelo. Y también los minerales, el petróleo y otros recursos que se hallan debajo de la superficie terrestre. Algunos de estos recursos naturales, entre ellos el petróleo, no son renovables en el sentido de que pueden agotarse. Sin embargo, muchos recursos son "renovables" y, a semejanza de los bosques, pueden reusarse muchas veces, si se administran bien. De hecho, todo el sistema de recursos constituye lo que ahora se conoce con el nombre de "sistema ecológico", que como se dijo antes es muy flexible y frágil a la vez. Sin un sistema ecológico que funcione de modo adecuado, la vida humana no podría prolongarse indefinidamente. El tercer recurso es producto del hombre y se denomina ~~e-!!~. Con frecuencia el vocablo "capital" se emplea erróneamente para designar el dinero o la compra de acciones, bonos u otros activos generadores de ingresos. En este caso se trata más bien de "callital financi~J::Q". Lo que los economistas quier~ñ de~ignar~tiando dan el nombre de capital al insumo es el capitartísico, que generalmente se d~fine como los edificios, maquinaria y herramientas utilizados por los trabajadores para aumentar st;"producción. Dentro de este contexto los economistas usan a menudo el término productividad, el cual es simplemente la cantidad (o valor) de bienes generados por trabajador por unidad de tiempo.Así, con un incremento de la inversión (aumento de gastos en bienes de capital producidos actualmente) mejora la productividad del trabajador y la producción de bienes y servicios finales. Pero no se olvide que los bienes de capital son producto del hombre y, en consecuencia, son distintos de los recursos naturales, que también emplean los trabajadores para producir bienes y servicios. Recuérdese también que los bienes de capital se deterioran (su valor se deprecia) y hay que reponerlos. El valor de todo el capital de un país es parte importante de su riqueza total, simplemente porque tendría un nivel mucho más bajo de producción anual sin la existencia del capital que se ha ido acumulando con el paso de los años. Algunas veces se menciona un cuarto tipo de recursos (o insumos) en este contexto y se indica con la expresión general de nivel de tecnología y educación en una sociedad. La tecnología puede ser inventada por una empresa o adquirida de otra que ya haya efectuado la investigación y el desarrollo, teniendo además una patente que protege los derechos de uso. La educación se refiere a la escolaridad general como lectura, escritura y aritmética, lo mismo que a la formación vocacional y profesional. Con frecuencia en esta cuarta categoría quedan comprendidas las capacidades/habilidades empresariales u organizacionales de los que se especializan en coordinar los otros recursos en el proceso de producción-distribución. Es un don especial el talento para organizar el proceso de lograr que un nuevo producto (o un proceso más eficiente) pase de la fase de investigación y desarrollo a la de producción y distribución y llegue al usuario final. Y los economistas reconocen que constituye un elemento indispensable en el proceso de desarrollo. Todos los recursos antes citados se encuentran en una u otra forma en cualquier sistema económico, sin importar su orientación fundamental. Sin embargo, en una economía de mercado las decisiones sobre cómo, dónde y cuándo serán utilizados provienen de la perspectiva de obtener utilidades, mientras que en una economía planificada el estímulo lo suministra la percepción de las necesidades sociales, así como la eficiencia o conveniencia burocráticas. Ahora bien, una vez clasificados los diversos tipos de recursos, se formula la pregunta de qué hacer con ellos. ¿Acaso el hombre se deja guiar por un impulso momentáneo y empieza a hacer cosas? ¿Cualquier cosa? Claro que no. Primero hay que establecer prioridades respecto a lo que se necesita con mayor urgencia o se desea más intensamente. A fin de hacer esto, toda sociedad debe contestar cuatro preguntas principales antes de iniciar la producción de algo. 1. ¿Qué se producirá? ¿Producirá la sociedad automóviles, televisores y aviones; o bien bicicletas, radios y un sistema de transporte público? ¿Debería producir maíz trigo y arroz; o alfalfa, sorgo y carne de res? ¿O todas estas cosas o ninguna de ellas? 2. ¿Para quién se producirán estos bienes? En las opciones señaladas está implícita otra pregunta: ¿para cuáles grupos socioeconómicos utilizará la comunidad sus pocos recursos? ¿Le servirán para producir principalmente artículos de lujo destinados a un grupo minoritario o para atender a las necesidades básicas de la mayoría de la población? ¿Se destinarán al mercado interno o a la exportación? Es decir, ¿quién los recibirá una vez producidos? 3. ¿Cómo se producirán estos bienes? ¿Se fabricarán bicicletas o automóviles aplicando las técnicas de uso intensivo del capital más recientes y automatizadas o bien los procesos intensivos de mano de obra más elementales? 4. ¿Cómo se organizará la sociedad para contestar esas tres preguntas fundamentales? En general los economistas sostienen que hay tres grandes tipos de sistemas económicos que una sociedad puede utilizar si quiere contestar esas tres preguntas. En primer lugar, tenemos el sistema eoonómico tradicional. Es decir, la sociedad se organiza de modo que aquellos a quienes se encarga la toma de decisiones (los ancianos o los líderes religiosos) se aseguran de que las actividades de producción y distribución se lleven a cabo esencialmente en la misma forma en que lo hicieron los antepasados, acaso con ligeras modificaciones para adaptarse a los cambios climatológicos, de ubicación o a los cambios tecnológicos. Pero en general la gente hace lo mismo que sus padres y abuelos; se sirven de las mismas herramientas, producen el mismo tipo de bienes y los distribuyen en la misma forma. La característica de las sociedades tradicionales es, pues, la reproducción de un estilo de vida, y casi siempre la reproducción de un nivel de vida bastante bajo. Otra manera de organizar una sociedad para que realice esas actividades básicas de la economía es el sistema de mando. Una especie de cuerpo administrativo provisto de un gran poder centralizado establece las prioridades económicas o especifica lo que debe producirse, cómo y para quién. Esto lo hace decidiendo en términos de volumen físico, es decir, cuánto trigo, maíz y cebada se sembrará y cosechará cada año, cuántos automóviles, televisores y bicicletas se fabricarán. Otra opción es fijar los precios de los recursos y productos a fin de cerciorarse de que la autoridad haga una evaluación de la asignación "correcta" de recursos. Este proceso requiere millones de decisiones y ha de ser actualizado al ir cambiando las condiciones con el tiempo.' Las economías basadas en un sistema de mando suelen encontrarse en países muy centralizados como la ex Unión Soviética; sin embargo, en muchas naciones democráticas los organismos de planificación centralizada que llevan a cabo determinadas tareas son ya una institución común. Su misión es garantizar que se logren ciertas metas sociales, económicas y estratégicas. Por ejemplo, casi todos los países recurren a una especie de oficina de planificación central para que dirija sus sistemas educacionales, las operaciones militares, la infraestructura de transporte y comunicaciones y el servicio postal. Además, las "reglas del juego" de la economía están codificadas en leyes y las funciones fiscales y de gasto público suelen estar sumamente centralizadas, sin que se permita que las rijan las fuerzas libres del mercado. Una tercera manera de organizar las actividades económicas es recurrir al sistema de mercado. En un sistema de mercado competitivo las decisiones están más o menos descentralizadas y, en vez de un grupo de ancianos o un organismo de planificación que tome las decisiones por el resto de la población, las decisiones quedan en manos de miles de empresas económicas y unidades familiares que responden a las señales del mercado. El sistema de mercado ofrece incentivos positivos y negativos con los cuales motivar al público para que responda a las fuerzas del mercado respecto a las decisiones más importantes sobre lo que debe producirse, cómo producir y para quién. En otras palabras, los movimientos de los ingresos, los precios y las oportunidades de cambio constante para obtener utilidades, lo mismo que la incesante amenaza de desempleo, pobreza y ruina, proporcionan una disciplina para que todos los que viven en una economía de mercado estén alertas a las señales de éste. En este sistema las variaciones del precio de los recursos y productos son recordatorios permanentes de cómo deberían ser asignados los recursos tan escasos de un país, sin que se requiera una autoridad de planificación centralizada. 1 En el apéndice del capítulo 18 se da una breve explicación de cómo se hace esto es Cuba, donde existe una economía de planificación centra!. Así pues, un joven que ingrese en la universidad analizará los niveles salariales relativos con el propósito de conseguir una orientación al seleccionar sus objetivos profesionales. Si los ingenieros en electrónica ganan el doble que un ingeniero mecánico, la mayor parte de los estudiantes que deseen cursar ingeniería mostrarán preferencia por la ingeniería electrónica. De manera análoga, la industria de la construcción responde favorablemente a las oportunidades de mercado; quizá edifique hoteles de muchos pisos para turistas en vez de viviendas baratas para los trabajadores. Es posible que ello obedezca a que las utilidades esperadas son mayores cuando se construyen hoteles lujosos de muchos pisos. Los ejemplos anteriores no son más que algunos de tantos posibles y sirven para mostrar cómo el sistema de mercado (basado en la especialización y en la propiedad privada de los factores de producción) funciona como un sistema descentralizado en la asignación de recursos. Las familias (consumidores) hacen con su dinero un voto preferencial por lo que deberá producirse. Las empresas responden fabricando lo que tiene mayores probabilidades de generar grandes utilidades; se esmeran además en producir con la máxima eficiencia pues desean minimizar los costos y lograr así utilidades más altas. Las familias y empresas se comunican entre sí mediante los precios, los cuales a su vez dependen de las fuerzas de la oferta y la demanda. En consecuencia, si los consumidores quieren (por ejemplo) más televisores, los comprarán en mayor cantidad agotando los inventarios de los distribuidores y, quizá, aumentando con ello los precios. El agotamiento de inventarios y el incremento de los precios son una señal inconfundible de que los negocios necesitan dedicar más recursos a la producción de televisores y menos a la de bienes que compiten con ellos, como los libros. IJ mismo tiempo se incrementa la demanda de ingenieros electrónicos que diseñen y produzcan más y mejores aparatos, mientras que desciende la de autores de libros y de editores. Ello a su vez provoca un aumento en los sueldos de los ingenieros y una disminución de los autores y editores. Todo esto lo hace un sistema competitivo y autorregulador. y como veremos en un capítulo posterior, lo consigue convirtiendo un vicio privado (egoísmo y avaricia) en una virtud pública (la soberanía) y en bien general del consumidor mediante el mecanismo del mercado (competitivo). PAPEL DEL GOBIERNO Al comparar estos tres sistemas para organizar las actividades de la economía, conviene señalar que todos tienen ventajas y limitaciones. Los sistemas tradicionales garantizan estabilidad y continuidad; en cambio, el sistema de mando da un medio eficaz para alcanzar ciertos objetivos sociales que probablemente no se realizarían en un sistema puro de mercado. Los sistemas de mando también han resultado eficaces para transformar rápidamente pueblos más o menos atrasados en sociedades industrializadas, como sucedió con Rusia. Sin embargo, en ambos tipos de organización, el mundo occidental piensa que las limitaciones (costos) en cuanto a las restricciones personales y políticas son mayores que las ventajas (beneficios) que aportan los sistemas. En consecuencia, la generalidad de los países occidentales ha optado por el sistema de mercado libre, regulado con diversos grados de intervención y participación del Estado. Y al resultado de ello se le conoce con el nombre de economía mixta. Hoy la mayor parte de los países del hemisferio occidental, con excepción de Cuba, tienen economías donde el mercado constituye el principal vehículo para asignar recursos y resolver las cuestiones básicas de qué producir, cómo y para quién. Pero cuando los gobiernos democráticamente elegidos no coinciden en cuanto al probable resultado del mercado, el Estado puede intervenir y modificar la situación. Esto se ha hecho en gran parte del mundo occidental, aplicando una amplia gama de políticas que incluyen desde las leyes concernientes al salario mínimo hasta tarifas de protección, el subsidio a la alimentación y a la vivienda. El sistema de mercado parece atraer a quienes prefieren una sociedad dinámica y de orientación tecnológica porque, bajo condiciones competitivas, obliga a las empresas a afrontar la competencia introduciendo siempre la tecnología más moderna y rentable. Además, se trata en general de un sistema relativamente flexible y capaz de responder a los cambios de la economía nacional e internacional. En sí, un sistema de mercado seguramente responde sobre todo a las necesidades de quienes poseen altos niveles de escolaridad, experiencia y recursos financieros más que a las urgencias de los que tienen poca escolaridad, de los pobres y los no calificados para el trabajo. Ésa es una de las razones por las cuales los gobiernos han optado por intervenir o participar directa o indirectamente en los procesos de mercado: desean atender a las necesidades básicas de los menos capacitados. Dentro de este orden de ideas, a menudo se dice que sólo un sistema de mercado (capitalismo) es compatible con la libertad política. Es decir, las libertades políticas de que se goza en los países industrializados del mundo occidental sólo se dan en el capitalismo, el cual se basa en la libertad del individuo para trabajar, invertir y comprar donde y cuando desee. Así pues, la supuesta superioridad intrínseca del sistema de mercado sobre las economías tradicionales y de mando se fundaría en dos postulados. En primer lugar, se afirma que el capitalismo es un sistema más dinámico y flexible, el cual no sólo asigna los recursos con mayor eficiencia, sino que al hacerlo permite al individuo la máxima libertad en consecución de los objetivos económicos personales. En segundo lugar, se afirmó quelalibertad política s61ó ~s posible en un sistemaguepermita o incluso alíente la libertad económica. Ahora bien, en algunas partes del mundo, especialmente en los países industrializados de Europa, ha nacido una tradición socialista que combina a elementos de los sistemas de mercado y de mando. El argumento en su favor sostiene en lo fundamental lo siguiente: el mercado ha tendido siempre a favorecer a un reducido número de ricos y poderosos que se las arreglan para adquirir un excesivo control sobre los recursos del sistema capitalista. A medida que este pequeño grupo va acumulando más riqueza y poder, el nivel de vida y el poder político de las clases pobres y medias pueden deteriorarse. Esta situación se considera como una "falla del mercado'", por lo cual los gobiernos socialistas, ele gidos democráticamente, deben intervenir para reformar el sistema. Los socialdemócratas admiten que la planificación central, aunada a un sistema político despótico, puede imponer (y a menudo lo ha hecho) fuertes limitaciones a la libertad económica y política del individuo. Pero señalan que, hasta en las naciones comunistas, la planificación central ha hecho notables aportaciones al proceso de desarrollo, logrando que en la asignación de recursos no se dé preferencia al consumo excesivo de artículos de lujo destinados a las élites de los regímenes prerrevolucionarios. Se procura más bien cubrir las necesidades básicas (alimentación, ropa, vivienda y educación) de la población general. No obstante, los socialdemócratas no están dispuestos a renunciar a las libertades políticas que tantas luchas y sacrificios costaron a sus antepasados. Por ello, en su intención de acabar con los excesos del capitalismo han tratado de conservar un "punto medio" entre el capitalismo y el comunismo. En diversos grados los países de Europa occidental han recurrido al sistema de mercado al asignar recursos en la producción y distribución de la mayor parte de los bienes y servicios. Al mismo tiempo se sirven de sus facultades de crear impuestos y hacer erogaciones para crear un "estado de bienestar" y ofrecer mejores niveles de educación, atención médica, compensación por desempleo, atención diurna a los niños de padres que trabajan y otros beneficios. Muchos de esos bienes y servicios son lo que los economistas llaman bienes públicos: aquellos que son indispensables para el bienestar det6da la soCieda"d,perü-que por diversas razones (entre otras la poca rentabilidad) probablemente no serían ofrecldósálcorisuriiidór, por lomenos en lo que el públicocü-risidera cantidades suficientes. En algunos de esos países el Estado también participa en la producción y distribución de bienes y servicios, construyendo y operando instalaciones de manufactura o servicios, o bien asociándose en empresas conjuntas a los inversionistas privados. Y en algunos países socialdemócratas ha surgido un nuevo concepto de democracia económica: los representantes de los trabajadores son miembros de los consejos de administración de las grandes corporaciones privadas y participan en las decisiones que guían las actividades normales. Los empleados se han convertido además en copropietarios en algunas compañías;con ello aumenta su interés por el éxito permanente de la empresa y se evitan al mismo tiempo los conflictos que tradicionalmente han caracterizado a las relaciones entre empresa y empleados. 2 Una "falla de mercado" ocurre cuando el mercado no produce resultados aceptables para la mayoría de la sociedad, tal como la pobreza, contaminación del medio ambiente y los vaivenes del ciclo económico. Los críticos de la democracia social y de la "economía mixta" sostienen que la intervención y participación del gobierno mermó la capacidad de conseguir una asignación eficiente de recursos, así como las libertades políticas y económicas de los ciudadanos. De hecho, muchos de los críticos de la economía mixta en América Latina afirman que el excesivo crecimiento de la participación estatal en la economía es la causa principal de la crisis de la deuda en la década de los ochenta, crisis que a su vez ha venido a deteriorar drásticamente el nivel de vida. En vez de mejorar el bienestar del pueblo, el aumento del poder estatal en el establecimiento de impuestos y la erogación han propiciado una mayor ineficiencia, tasas más bajas de crecimiento económico y el incremento de la deuda. Mientras tanto, esa mayor participación del gobierno ha servido, en muchos casos, para conservar el poder político de los partidos que se han vuelto cada vez más corruptos e ineptos en el ejercicio de la autoridad. ":Como se verá a fondo en la parte I1, la cuestión concerniente al papel y a la inversión adecuada del gobierno en la economía ha llegado a ser una de las más debatidas en su aspecto político y económico durante la década de los ochenta. Su desenlace repercutirá profundamente en nuestra vida económica del futuro. "" SACRIFICIOS ECONÓMICOS: FRONTERA DE POSIBILIDADES DE PRODUCCIÓN SACRIFICIOS ECONÓMICOS: FRONTERA DE POSIBILIDADES DE PRODUCCIÓN Sin importar el sistema de organización económica que se prefiera, es obvio que todas las sociedades cuentan con recursos escasos que han de utilizarse eficientemente para satisfacer de modo óptimo los deseos ilimitados del hombre. Dicho de otra manera, afrontan el problema de tomar decisiones entre varias opciones (sacrificios económicos). Los economistas dan a ese concepto el nombre de costo de oportunidad. En un cierto sentido el concepto es en realidad muy simple y, en otro, resulta complicado en extremo. Considere el lector cuánto tiempo ha dedicado hoy al estudio de la economía: ¿una hora o acaso dos horas? Si no es una de las pocas personas que no tienen nada que hacer, para estudiar habrá de sacrificar otras actividades como trabajar, visitar a un amigo o tal vez estudiar matemáticas o contabilidad. Suponga que cuenta con un reducido presupuesto personal, por lo cual cuando compró este libro tuvo de renunciar a ese concierto de rack al que quería asistir o al nuevo suéter que quería comprar. Siempre que un individuo consuma parte de sus propios recursos personales, como tiempo o dinero, el verdadero costo que eso representa para él es la mejor opción (u oportunidad) a que se renunció. El mismo principio es aplicable a un país pero a gran escala. Los economistas no se ocupan exclusivamente de costos monetarios, los cuales son el principal interés de los contadores. Por el contrario, consideran que el verdadero costo que representa para la sociedad producir, por ejemplo, un millón de automóviles son los recursos utilizados en su fabricación. Y esos recursos no pueden emplearse ya para construir carreteras, autobuses o un sistema de transporte suburbano. Se trata de auténticos sacrificios que hace la sociedad. Ante la escasez de recursos los automóviles privados son, en algunos países, una opción del transporte público, o sea una forma de compromiso. Cada vez que se toma una decisión de utilizar los recursos en la producción de un bien o servicio, hay que formular la pregunta: ¿con esto se aprovechan en forma óptima los recursos o hay otra forma en que podrían usarse y que es más urgente? Este concepto puede ilustrarse gráficamente como se aprecia en la figura 3-1. El eje vertical representa el empleo de todos los recursos disponibles (en el ejemplo hipotético) para producir bienes y servicios civiles (alimentos, ropa, vivienda, educación). Sobre el eje horizontal los recursos del país están empleándose para generar exclusivamente bienes militares (tanques, aviones y misiles, etc.). Así pues, cuanto más nos alejemos del origen en el eje vertical, más bienes civiles se producirán; y cuanto más nos alejemos en el eje horizontal, más se utilizarán los recursos disponibles en la producción de bienes militares. La curva, ACDB representa lo que los economistas denominan frontera de posibilidades de producción y muestra las combinaciones de bienes (y servicios) civiles y militares que podrían generarse si todos los recursos de mano de obra, tierra y capital de un país se aprovecharan al máximo. Por consiguiente, el punto A representa el empleo de todos los recursos para la producción de bienes civiles, en tanto que el punto B indica su utilización en la producción de bienes militares. Es evidente que difícilmente se hallará un país situado en uno de esos extremos; la posición más probable sería el punto C o D. Por ejemplo, el punto C denota una situación donde nuestro país hipotético está fabricando muchos bienes civiles y relativamente pocos bienes militares; en cambio, el punto D representa la producción de más bienes militares y de una menor cantidad de bienes civiles. Sin embargo, el concepto fundamental que debe considerarse aquí es el siguiente: mientras los recursos se aprovechen al máximo con el propósito de generar más bienes militares (pasar de CaD, por ejemplo), este país deberá renunciar (sacrificar) parte de la producción de bienes civiles. En otras palabras, en el caso en que clasifiquemos todos los tipos de bienes y servicios en dos categorías, el costo de oportunidad en que se incurre al producir más de un bien es la cantidad del otro bien que deja de producirse. Un punto muy importante que debe comprenderse respecto a la frontera de las posibilidades de producción es su forma. ¿Por qué es una curva y no una recta? La forma refleja una idea importante de la economía: el principio de costos crecientes, el cual establece simplemente que, al crecer la producción de un bien, aumenta el costo de oportunidad de producir una mayor cantidad del otro. Obsérvese que en la figura 3-2, en vez de ilustrar la frontera de posibilidades de producción con los ejemplos de los bienes militares y civiles, a los dos ejes se les ha asignado el nombre de "producción agrícola" y "producción industrial". Lo hemos hecho para mostrarle al lector que los principios generales descritos aquí son aplicables a la producción de todo tipo de bienes y servicios, no sólo a la de bienes militares y civiles. Comencemos suponiendo que la economía de un país está logrando una gran producción agrícola y una baja producción industrial, como lo indica el punto A. ¿Y qué ocurriría entonces si el Estado decide asignar más recursos a la producción industrial y, por lo mismo, se desplaza por la frontera de posibilidades de producción hacia el punto B? Es cierto que, al re asignar recursos de la agricultura a la industria, la economía ha perdido parte de la producción agrícola (equivalente a la cantidad representada por la distancia vertical AA') pero ganó un. poco de producción industrial (equivalente a la cantidad simbolizada por la distancia horizontal A'B). Consideremos otra situación. Si esta economía ya está generando una gran producción industrial, para incrementarla en la misma proporción (C'D que es igual aA'B), deberá renunciar a un volumen mucho mayor de producción agrícola que antes. En otras palabras, a medida que se producen más bienes industriales, el costo de oportunidad que se sacrifica en términos de la producción agrícola se hace cada vez mayor. Ello se debe a que los primeros recursos transferidos de la agricultura a la industria tienden a ser los más adaptables a la producción de bienes industriales. Pero al ir aumentando la producción de estos últimos, de la agricultura a la industria se transfieren recursos que cada vez son menos adaptables a la producción industrial, elevándose por ello los costos. En consecuencia, el costo de alcanzar niveles siempre más altos de producción industrial crece según la cantidad de producción agrícola que se sacrifique y según los recursos que deben reasignarse a fin de obtener determinado nivel de producción industrial. Esto se explica con mayor detalle en el capítulo 12. Y ahora vamos a manipular un poco este diagrama; hay muchos conceptos útiles que pueden explicarse con él. En primer lugar, nos preguntaremos qué punto en la figura 3-3 simbolizaría este país si sus recursos no se aprovechan al máximo. La curva ACDB indica las combinaciones de bienes (y servicios) agrícolas e industriales que podrían generarse en caso de que los recursos del país se utilizaran en su totalidad. Todo punto dentro de esa curva representa alguna combinación menor de producción agrícola e industrial, si algunos recursos del país permanecen ociosos. De ahí que el punto E o el punto F puedan representar a la nación cuyos recursos están subutilizados u ociosos. Sin duda hay más recursos ociosos en el punto F que en el punto E. De manera análoga, la producción de bienes y servicios agrícolas e industriales es menor en F que en E. Una cosa más puede decirse sobre los puntos donde los recursos del país no se aprovechan en su totalidad. En el punto F, por ejemplo, el país puede incrementar su producción agrícola e industrial sin necesidad de renunciar a ella. Así, un movimiento de F a E constituye un incremento de la producción agrícola sin que reduzca la producción industrial. En efecto, dada la existencia de recursos ociosos el país podría pasar de F a D o de F a C, lo cual significa que crece la producción de ambos tipos de bienes. Podemos concluir, pues, que cuando hay recursos ociosos la producción de uno o ambos bienes pueden incrementarse sin originar sacrificios; sólo cuando los recursos se aprovechan a su máxima capacidad (cualquier punto en la curva ACDE), existe un verdadero costo de oportunidad. Por úl timo, examinaremos una aplicación más del diagrama. En la figura 3-4 se trazó la curva AE, pero nótese que también se muestra un desplazamiento (cambio de localización) de la curva hacia afuera y hacia la derecha, en dirección de A'E'. Ello significa una expansión de las posibilidades de producción del hipotético país. ¿Cómo pudo conseguirse este resultado? Supongamos que el país esté operando con restricciones impuestas para la curva de posibilidades de producción AE, y que por alguna razón (quizá una recesión global que reduce sus exportaciones) se da cuenta de que no está funcionando al nivel máximo de empleo. Digamos que se encuentre en el punto F (en el cual operan la mayor parte de las naciones latinoamericanas en los últimos años). Sin embargo, llega el momento en que la economía global se recupera y sus exportaciones entran en un periodo de auge. El incremento de las exportaciones estimula una mayor utilización de todos los recursos y una producción más alta de bienes agrícolas e industriales. Y así la economía está operando ahora en el punto E, sin que haya manera de incrementar más la producción mientras se tenga la misma cantidad y calidad de recursos. Pero, dada la fuerte demanda de sus productos de exportación, el hipotético país está en condiciones de financiar la importación de mayores cantidades de equipo de capital que hace más productivos a los trabajadores. Esto lo hemos ilustrado gráficamente llevando la curva AB hacia afuera y hacia la derecha, en dirección de A'E'. Ello significa que, con el tiempo y por la introducción de más y mejor equipo de capital, nuestra economía podrá ampliar su producción y arribar a un punto de la nueva curva, el punto G por ejemplo. Pero obsérvese lo siguiente: una vez que la economía ha elevado su producción hasta un punto cualquiera de la nueva curva de posibilidades de producción, A'E' y todos los recursos vuelven a alcanzar su nivel máximo de utilización, si nuevamente se plantea acrecentar la producción agrícola o industrial habrá que sacrificar la de otros tipos de bienes, a menos que nuevamente podamos desviar la curva hacia afuera. Este concepto en el que se fundan las gráficas también puede contribuir a ofrecer un panorama general del proceso de crecimiento y desarrollo. Uno de los problemas más graves de la mayor parte de las naciones latinoamericanas durante la crisis de la década de los ochenta ha sido la subutilización de recursos, en especial la subutilización del capital y de la mano de obra. Esta situación puede indicarse en la figura 3-4 por el punto F (o con cualquier otro punto dentro de la curvaAEB). Así pues, la recuperación de la crisis actual se denota con un movimiento de (por ejemplo) F a E. A la larga el crecimiento y desarrollo económicos acompañados de un progreso en el nivel de vida se ilustrará con cambios hacia afuera en la frontera de posibilidades de producción. Tales desplazamientos, como el que se da de AEB a A'GB', resultan de una mayor inversión en edificios y equipo, un mejoramiento de la educación y la formación de profesionales, así como una administración más satisfactoria. Todos esos cambios se realizan a través de periodos muy prolongados. En resumen, el concepto de posibilidades de producción (expresado también como compromisos o costo de oportunidad) es indispensable para entender casi todos los problemas y fenómenos de la economía. Y como veremos más adelante, tiene multitud de aplicaciones en los problemas de maximización de la eficiencia y de asignación de recursos cuyo fin es lograr los objetivos sociales y privados. METAS ECONÓMICAS METAS ECONÓMICAS En el proceso de definir y explicar la naturaleza del problema económico, se comentaron los principales problemas que afrontan todos los pueblos. También empezamos por formular un marco de referencia conceptual e histórica que permite entender y analizar las características generales de las economías contemporáneas de América Latina. En este capítulo ya se señaló que, can el tiempo, el interés primario de los economistas ha trascendido las cuestiones de la simple sobrevivencia para abarcar un tema mucho más amplio y completo: conseguir un crecimiento y desarrollo que garanticen un mejor nivel de vida cuantitativo y cualitativo para la población en rápida expansión. Pese a ello, hay metas más específicas que se han profundizado en los últimos decenios y que nos ayudan a evaluar el funcionamiento de una economía. Puede hacerse una comparación del desempeño económico actual con las metas explícitas, en forma muy parecida a la forma en que los médicos comparan los resultados de los exámenes de laboratorio con ciertas normas que les sirven para diagnosticar una enfermedad. Se formulan así políticas (prescripciones) para aliviar las deficiencias (enfermedades) de un sistema económico. Quizá la meta más importante de la economía de las sociedades contemporáneas sea utilizar al máximo toda la mano de obra, esto es, lograr el pleno empleo. En concreto, ello significa generar suficientes empleos de modo que los que deseen trabajar puedan hacerlo. En el momento actual los niveles de desempleo abierto (personas que quieren trabajar pero que no puede hacerlo) y de subempleo (las personas que perciben un salario menor que el mínimo y las que trabajan involuntariamente a tiempo parcial) son muy altos en América Latina, lo mismo que en otras regiones del mundo. Una segunda meta, estrechamente ligada a la primera, es el crecimiento económico (niveles más altos de producción) que puede brindar un mejor nivel de vida a todos los integrantes de una comunidad, creando con ello empleos y una base material mayor para aliviar muchos de los problemas sociales. Una tercera meta es la estabilidad (relativa) de los precios. Tanto el aumento de los niveles de precios (inflación) como su disminución (deflación) a veces ejercen efectos nocivos sobre el crecimiento económico y el empleo, pudiendo a la larga provocar un colapso del sistema económico y agobiar a personas inocentes. Así pues, la estabilidad de los precios dentro de ciertos limites se ha convertido en una meta muy importante en sí misma. Una cuarta meta es la distribución equitativa del ingreso. No basta lograr el crecimiento económico; debe haber además alguna especie de distribución equitativa del ingreso, de modo que todos compartan los frutos del progreso. El Estado, mediante sus políticas fiscales y función de erogación, influye en la distribución del ingreso aunque no siempre haya logrado con ello reducir las desigualdades. Más aún, las políticas tendientes a alcanzar una mayor igualdad en la riqueza y en el ingreso suelen oponerse a aquellas cuya finalidad es mejorar la eficiencia en el empleo de los recursos. Así, es posible que al incrementar los impuestos de los ricos (política que se propone favorecer la equidad de un país) mermen los incentivos para trabajar más duro e invertir más, condiciones necesarias del crecimiento. Otra meta que persiguen todos los países del mundo occidental es la de la libertad económlca: libertad de los trabajadores para laborar donde quieran, de los consumidores para comprar lo que deseen y de los empresarios para invertir en aquello que esperan que les dé el máximo rendimiento. Todo mundo acepta que se trata de una meta muy importante, pero algunos dicen que no tiene sentido ni valor para aquellos que carecen de trabajo, poder adquisitivo o dinero que invertir. En efecto, están afirmando que la libertad económica tiene valor exclusivamente para quienes perciben ingresos bastante altos que les permitan elegir entre diversas opciones, pero que resultan intrascendentes para la gran mayoría de los pobres de todo el mundo. Otra meta que ha surgido en los últimos decenios es la de tener un ambiente de calidad. Es obvio que la mayor parte de los trabajos y del crecimiento económico son de importancia capital, pero el terrible deterioro de la calidad del aire y de los recursos del agua ha alcanzado tales niveles en muchas regiones del mundo, que amenaza incluso la sobrevivencia inmediata del hombre. Por ello, esta meta se ha vuelto un elemento importante en la lista de las prioridades económicas en la mayor parte de las naciones. También en este caso el Estado debe obligar a las empresas y a los individuos a suprimir o disminuir la contaminación ambiental hasta que descienda a niveles tolerables. La principal razón por la cual las compañías contaminan el medio ambiente es la siguiente: en su búsqueda de reducir los costos con el propósito de competir en el mercado y de maximizar las utilidades, les resulta más barato contaminar que abstenerse de hacerlo. En otras palabras, arrojar sustancias químicas tóxicas por el alcantarillado, que luego llegan al río y se convierten en agua potable, cuesta menos que eliminar los desperdicios en un área destinada a ese fin. La contaminación del agua (o del aire) tiene un costo social que recae en la comunidad pero que debería pagar la firma. Cuando tales costos se transfieren a la sociedad en general, los economistas hablan de efectos de vecindad o, simplemente, de externalidades (negativas) en el proceso de producción. El problema del gobierno radica entonces en encontrar la manera de obligar a la empresa a pagar íntegramente los costos de producción, sin desalentar con ello el crecimiento económico. También aquí se da una posible contradicción entre las metas económicas que ha suscitado grandes controversias. Una última meta, de importancia innegable en las economías subdesarrolladas del mundo, pero que rara vez se menciona en los libros sobre la materia, es la de la autonomía política y económica. Dadas las condiciones históricas del colonialismo y las asimetrías de las relaciones económicas y políticas entre las regiones en desarrollo y las ya industrializadas, es importante que los países conserven (o, en algunos casos, logren por primera vez) cierto nivel de soberanía cultural, política y económica. Dentro del contexto de una economía más globalizada, este objetivo se torna cada vez más difícil de lograr. Las políticas nacionales, cuyo fin es favorecer el crecimiento, generar empleos y mantener la estabilidad de precios, a menudo están subordinadas a exigencias externas, entre ellas la necesidad de pagar a otros países el servicio de una gran deuda. Éstas son pues, las metas u objetivos primarios de la mayor parte de las economías mixtas actuales. Adviértase que ni siquiera hemos tocado el tema de cómo las sociedades formulan y ponen en práctica las políticas a fin de alcanzar esas metas. Sin embargo, una y otra vez a lo largo del libro profundizaremos muchos de los temas mencionados en este capítulo introductorio. Pero estamos firmemente convencidos de que la economía no se entenderá bien sin situarla antes dentro de una perspectiva histórica; por ello ofrecemos enseguida un bosquejo histórico de la teoría económica y de la economía de América Latina dentro del contexto global. RESUMEN La definición del "problema económico" como una condición de los recursos escasos, con deseos (y necesidades) ilimitados, desemboca a su vez en una definición de la economía como ciencia y arte de decidir la utilización óptima de tales recursos para satisfacer los deseos (y necesidades) ilimitados. Es tradición entre los economistas clasificar los recursos económicos en trabajo, tierra y capital; en cambio, las clasificaciones más recientes de alguna manera se refieren a la tecnología, la educación, formación y talento empresarial como recursos muy importantes, aunque relativamente intangibles, que contribuyen de modo significativo a incrementar la productividad y el nivel de vida. En esta perspectiva de la economía, toda sociedad debe contestar cuatro preguntas fundamentales: ¿qué se producirá?, ¿para quiénes se producirán esos bienes?, ¿cómo se producirán esos bienes? y ¿cómo se organizará la sociedad a fin de contestar estas preguntas básicas? La respuesta tradicional a la cuarta pregunta es que, en esencia, hay tres maneras de organizar la actividad económica: un sistema tradicional, un sistema de mando y un sistema de mercado basado en la especialización, en la propiedad privada de los recursos económicos y la competencia. Debido al dinamismo y al alto grado de libertad propios del sis tema de mercado, la mayor parte de los países del mundo occidental han adoptado, en los últimos siglos, un sistema combinado de mercado y de mando. Esta forma híbrida suele denominarse "economía mixta" o, simplemente, "capitalismo moderno". Sin embargo, el papel del gobierno en la economía mixta es objeto de acerbas críticas, pues los gobiernos tratan de alcanzar varios objetivos a menudo contradictorios: desde pleno empleo y crecimiento económico hasta la estabilidad de los precios y un ambiente de buena calidad. La idea principal descrita en el capítulo que integra los múltiples aspectos tan diversificados del problema económico es la de los sacrificios económicos, que se ejemplifican gráficamente en la frontera de posibilidades de producción. Esta gráfica, que representa el concepto de los costos de oportunidad, muestra cómo una economía debe sacrificar (con el aprovechamiento máximo de sus recursos) la producción de un bien con tal de lograr una mayor producción de otro. Es además un medio adecuado de representar muchos principios fundamentales que deben tener en cuenta todos los países y es de gran utilidad para ejemplificar de modo simple las decisiones básicas que afrontan las economías en desarrollo. PUNTOS IMPORTANTES 1. El "problema económico" se representa mejor como la relación entre los recursos limitados, por una parte, y los deseos ilimitados, por la otra. 2. La economía se fundamenta en esa relación y, por lo mismo, suele definirse como la "ciencia de la decisión", la cual permite a las sociedades e individuos administrar mejor sus escasos recursos para maximizar su eficiencia y con ello mejorar los niveles de vida. 3.Cada sociedad cuenta con una cantidad específica de recursos limitados (mano de obra, capital, tierra) y debe decidir qué tipo de sistema utilizará con el fin de tomar las determinaciones trascendentes sobre qué producir, cómo y para quién. El sistema económico que ha ido surgiendo en la mayor parte de los pueblos de Occidente durante el último siglo es la "economía mixta", una combinación de sistema de mando y de sistema de mercado. 4. Aun cuando hay un consenso casi unánime respecto a la necesidad de este modelo, todavía existe mucha controversia en torno a la función que compete al Estado en la obtención de metas económicas, a menudo contradictorias, en los estados modernos. 5. El hecho básico referente a los sistemas económicos es que, en las condiciones de pleno empleo, una sociedad debe escoger entre las diversas posibilidades de producción. Es decir, un sistema económico no puede producir cantidades ilimitadas de todo (armas de fuego y mantequilla o bienes industriales y agrícolas). Ello significa que los pueblos que cuentan con recursos limitados deben tomar decisiones al respecto. En consecuencia, la economía recibe en ocasiones el nombre de "ciencia de la decisión". VOCABULARIO problema económico insumas (recursos) productos mano de obra tierra capital físico y financiero inversión productividad capacidad/habilidad empresarial sistema económico tradicional sistema de mando sistema de mercado economía mixta falla del mercado bienes públicos costo de oportunidad frontera de posibilidades de producción desplazamiento (de una curva) pleno empleo principio de costos crecientes desempleo abierto subempleo libertad económica efectos de vecindad (externalidades) estabilidad de precios. PREGUNTAS DE REPASO 1. ¿Qué relación tienen la libertad económica y la libertad política? 2. Explique lo que considere como costos (económicos y humanos) de cada forma de sistema económico. Después escoja el sistema que, a su juicio, es el mejor para su país en este momento y explique por qué. 3. Enumere las metas económicas expuestas en el capítulo y explique por qué algunas podrían ser compatibles o incompatibles con las demás. 4. Con frecuencia se dice que "el mejor gobierno es aquel que hace sentir menos su presencia". Explique por qué tal aseveración puede ser cierta o falsa con relación a un sistema de mercado. 5. Basado en la curva, "frontera de posibilidades de producción", conteste las siguientes preguntas: • Explique por qué la curva tiene una forma cóncava hacia el origen, en vez de ser una línea recta. •¿Qué factores pueden ocasionar un desplazamiento de esta curva? •¿Cuál es el concepto principal que ilustra esta gráfica? ¿Bajo qué circunstancias opera este concepto? •Enla gráfica siguiente indique el área de subocupación de los recursos. •En la gráfica muestre cómo un solo avance tecnológico en la industria, puede influir sobre
la curva.